Este número incluye:
Qué se estuvo haciendo esta quincena en Podelandia
Unpopular coso
Lápices de Kranger
Y de pronto vi: Curb your enthusiasm, temporada final
Rosario liminal
Fosas comunes
A todo esto, ¿por qué Mundo Tumba?
Los ascensores de mi edificio se rompen a cada rato. No hay semana en donde no tenga que subir al menos una vez los 11 fucking pisos por escalera, y cuando funcionan se trata de jugar a la lotería para adivinar si explotan o no. Es lo que tiene vivir en una caja de zapatos con las expensas bajas, así que a llorar a la llorería.
Cuestión es que hallábame cierta mañana más dormido que la CGT, limpiándome las lagañas mientras bajaba a comprar puchos y... ¡K-CLONK! La lata cúbica decidió morir conmigo adentro, entre pisos. Ay mamá, ¡menos mal que no soy claustrofóbico! Luego de la puteada de rigor y de intentar darle duro al botoncito de PB sin ninguna otra razón más que comportarme como un boludazo, practiqué la calmasión y me apresté a escribir al grupo de Whatsapp del edificio para avisar de mi situación pero me di cuenta que estaba sin celular, ya que para qué llevarlo si total iba y venía, ¿no? Por suerte era medio tempranuli así que una de las vecinas de ésas que madrugan con la única intención de romperle las pelotas al prójimo y que siempre andan buitreando por los palieres me escuchó decir "¿Hola? ¿Hay alguien ahí?". La señora, claramente una vieja loba de mar en esto de quedarse clavada en el cubículo, me indicó que abriera la puerta corrediza del ascensor propiamente dicho y apretara un coso al costado de la puerta de acceso. Yo no alcancé a ver de qué coso se trataba ya que tras cartón me había dejado los anteojos arriba (de vuelta, ¡solo iba y venía! ¡Era un trámite de como mucho diez minutos! Tampoco es que necesitara vestirme de gala para ir al kiosco, viteh). Le dije "no lo veo, no tengo puestos los anteojos" y la señora primero resopló y después remató con "ah bué. La hiciste completita, pibe". Gracias, vieja loba de mar. Ahora ayúdeme o váyase a cagar a los yuyos. Esto por supuesto que lo pensé, si se lo decía me cabía el chancletazo.
Insistió con que estirara el brazo y buscara un coso de emergencia que acciona la puerta de acceso. Le pregunté cómo era y me dijo "vos buscalo, es dorado". Fuaaaa, de repente me sentí Indiana Jones tratando de manotear el Santo Grial, jaja. Cuestión es que cegatón y todo vi de qué se trataba: un resplandorcito metálico bien al costado de la puerta, del lado interno. Apenitas llegaba, estando entre pisos el coso en cuestión estaba muy alto. La vieja de pronto empezó a arengarme, "estirate bien, dale que vos podés". Buóf, ahora me da ánimos una coach ontológica, pf. Cuestión es que no sé si fueron esas palabras de aliento las que me dieron energía o si realmente soy El Hombre Elástico pero bueno, por fin llegué, pulsé el coso, la puerta de acceso se abrió de felicidad y a posteriori utilicé mis saberes en películas gore y me trepé y salí cagando del ascensor con la rapidez de un lince, no vaya a ser cosa que justo el ascensor resucitara y me cortara al medio.
Una vez parado y recompuesto, presto a saludar y agradecerle a la señora, me di cuenta que lo único que me acompañaba era el olor a flor cadavérica propio del Pinolux berreta todo aguachento con el que limpian los pisos. El sol estaba empezando a pechear las ventanas, se oían alarmas de auto en el fondo y ni rastros de la vieja loba de mar. Estaba completamente solo.
Cerré como pude la puerta del ascensor, más luego la puerta de acceso y de pronto el aparato fue llamado a otro piso y desapareció en el hueco funerario que nos sube y nos baja con aires de melancólico automatismo y que desde esa mañana estoy seguro que es uno de los lugares más terribles de nuestra civilización.
Por supuesto que al volver del kiosco, por las dudas, subí por escaleras y casi se me revienta un pulmón. Pero ésa es otra historia.
Mi nombre es Renzo Podestá y esta es la primera emisión de Mundo Tumba, mi newsletter quincenal. A ver de qué se trata todo esto.
Ok, esta es una de las secciones que componían el viejo newsletter PODE+NEWS que quise conservar ya que es la parte donde los lectores de mis mierdas van a estar al tanto de las novedades y actualizaciones sobre qué anduve haciendo, qué estoy craneando y qué es lo que vendrá.
Como saben, vengo trabajando de a una página por semana en El Extrañísimo Kranger, una de las banderas insignia que dan forma a PODE+. Y el viernes pasado salió la página número 21 del capítulo 2, donde un misterioso personaje se le presenta a un magullado krangerito y... nada, mejor que lo vean por ustedes mismos. Se actualiza primero los viernes por acá y luego, en diferido, los miércoles en el E-zine de LocoRabia, editorial que será el hogar de Kranger en versión impresa. Oh sí, fetichistas del papel, ya hay hogar para el hijo bastardo de un humano y una Profunda. Chin-chin por eso <3
También estoy trabajando fuerte y duro en mi nuevo libro, que de momento denominaremos Proyecto CDG. Tengo que poner un velo de misterio misterioso ya que estoy podrido de agitar proyectos que después o se caen o se rompen o me rompen, así que la nueva Regla Dorada en Podelandia (tm) dictamina que hasta que no esté la cosa bien avanzada (digamos, como mínimo en un 60% de concreción), mejor quedarse chito la boca y seguir laburando. Nomás diremos que uff, mierda que esta comiquita me estaría cuereando el culo con un pincho de carnicero. Pero bueno, ¿alguna vez fue distinto? Nuff said!
Por otro lado estoy terminando de entintar las últimas páginas de lo que sería la "Temporada Uno" de Peter Pus, el proyecto que podrán leer gratis en Webcomic Mutante. No tengo mucho qué decir al respecto por ahora excepto que fueron las 32 páginas que más me costaron hacer en este último tiempo. No porque no me gustara el proyecto ni porque estuviera haciendo Watchmen 2, nada que ver. Lo que primó fue la falta de tiempo y la falta de serotonina, if you know what I mean. Pero bueno, ya casi estamos, por fin. Supongo que me extenderé con el palabrerío insensato de rigor sobre esta cosa cuando arranque a subirse por ese espacio. Mientras tanto, mis agradecimientos a Nico Navarro por la eterna paciencia. Los dejo con el teaser que subí a mi Instagram hace un tiempo, por si no la vieron.

Muchachos peronichos, muchachas futurróc, no sé qué flashean. Que Campanella haga algo con Mafalda es totalmente lógico. ¿Qué pensaban? ¿Que Mafalda es nac & pop? ¿Que Quino militaba en el ERP? ¿Que su retrato clasemediero de una familia pequebú está completamente por fuera del planeta gorilón de la obra de Campanella? ¿De dónde sacaron que son ideológicamente TAN distintos?
Dejen de indignarse al cuete, che, y esperen a ver qué sale de ahí... O por lo menos fíjense que capaz tengan el indignómetro tan en cumbia que malinterpretan primero y se apropian después de relatos, historias y narrativas que probablemente no fueron 100% pensadas desde ángulos doctrinarios que ustedes bancan y comparten. A veces las historias encajan de zopetón con un zeitgeist, pero eso no las vuelve propensas a encajar con un sentir ideológico homogéneo, duradero e inmanente.
Igual nada, el universo de Mafalda ahora se me hace tan arcaico, tan despegado de este mundo actual esquizofrénico y tan antropológicamente distinto de los intereses de cualquiera que me causa ternura y hasta un poquito de cringe que se siga bancando la tira como si fuera la verdad revelada de la argentina moderna. Igualito a lo que me pasa con las películas del rrrrepelotudo este.
Kill your fucking idols, please.
Otra sección de las viejitas pero que sí o sí tienen que seguir estando ya que representan el leit-motiv de por qué debería gestionar un newsletter, esto es: que los lectores que gustan no sólo de mis cosas sino aquellos que les gusta ver "la cocina" de la producción de una página puedan ver por lo menos algo de ese proceso.
Si usted no fue lector de PODE+NEWS o es un recién llegado a Podelandia, sepa desde ya el mantra que voy a repetir ad infinitum, ¡mis lápices apestan! Me explico: sé que hay dibujantes o historietistas que son recontramil-obsesivos con sus lápices. Esto se debe a un disfrute propio del soporte o bien porque quizá haya un otro que lo entinte. Ninguna de estas dos cosas se cumplen en mi laburo. No disfruto mucho el dibujar en lápiz y mis proyectos personales no están supeditados a la división del trabajo. Por ende para mí son meras guías generales para lo que verdaderamente sí disfruto, que es el proceso de entintado.
En el caso de El Extrañísimo Kranger en particular, donde laburo de manera análoga (salvo por pequeños detalles de post-producción digital que ordenan un toque las cosas), las tintas son hechas de un modo diametralmente opuesto a como laburé siempre. Si por lo general se me asocia a la mancha, al expresionismo o a cierta soltura, en Kranger estoy laburando de un modo suuuuper-controlado. El otro día hablando con un amigo le decía que si mi estética es ir con un hacha correteando por un bosque en pelotas, laburar en Kranger es como cuidar un bonsai. Es más, la relajación y los estados zen a los que llego con la producción de esta historieta implican un gran descubrimiento para mí y es por eso que una página del krangerito me insume al menos dos o tres días en promedio, dependiendo del grado de complejidad. Lo estoy haciendo con paciencia, sin que nadie me corra, simplemente disfrutando del viaje.
Y es por eso que los lápices a veces son simples sugerencias, anclajes zonzos que me recuerdan por dónde tengo que ir. El resto es puro mood interno.
En fin, ahí voy con los lápices de las últimas páginas que anduve subiendo.




PD: esto no implica que en esta sección solo suba páginas de Kranger. Cuando me acuerde de escanear antes de entintar (cosa que por mi memoria de pato puede pasar como puede no pasar), también podrán ver lápices de otros proyectos.


Curb your enthusiasm, temporada final (2024)
(disponible en MAX)
Qué hermoso final el de Curb your enthusiasm, loco. Qué fruta noble que es Larry David, ¿eh? Con una temporada que niempedo fue la mejor, el Larry De La Gente (ja, qué contradictorio suena eso) igualmente cerró con un moño treinta y pico de años de historia televisiva con un finalazo bien coherente en su declaración de principios y siendo en el camino por demás de gracioso y extremadamente meta-lingüístico.
Atención, el Larrydavidverse es un tómalo o déjalo. Tanto él como los que le bancamos los trapos somos conscientes de eso, es un humor basado en atrocidades y negruras a tutiplén. Al tipo no se le mueve un pelo al decirte que nada tiene sentido, que la vida es una mierda, que no importa la guita, la fama, las relaciones interpersonales, la corrección política, las buenas costumbres y las formas de sociabilizar porque siempre hay algo que va a complicarlo todo aún más, así que... ¿para qué tratar de cambiar? ¿Para qué aprender lecciones de vida? ¿Para qué renunciar a los que nos hace ser de una forma y no de otra? ¡Vivimos en un completo absurdo existencial, señores!
En el último-ultimísimo capítulo, llamado de modo elocuente "No lessons learned", redescubrís por qué la serie entera se llama así. Curb your enthusiasm sería perfectamente traducible como "Eu, calmate un toque" y la verdad es que durante sus 12 temporadas transmitidas en un lapso de ¡20 años! esa cadencia, ese devenir relajado de Larry a la hora de enfrentar las peores calamidades humanas (la mayoría de ellas generadas por él, sin querer o queriendo) hasta podría proponerse como un tratado filosófico para la vida, la muerte, el tiempo y todo lo demás.
Asterisco aparte para el gran tópico tácito de la serie: la amistad. En un momento del último capítulo Larry está hasta las manos, está por caer en cana y tal parece que la situación es tan apremiante como insalvable. Cualquier otra persona estaría de los nervios o saltando de ataque de pánico en ataque de pánico. Pero no, él permanece tranca palanca, esperando que los acontecimientos se desarrollen como quien mira un tren descarrilando. De pronto aparece Jerry Seinfeld, su amigo eterno, su contraparte y complemento, y lo hace de imprevisto, así como si qué nomás como apoyo, para acompañarlo en la negra que se avecina. Y mientras están en esa espera ahora conjunta Jerry le pregunta algo bien Classic Jerry: teniendo que atravesar tanto tiempo metido en una corte, escuchando a los testigos que no dejan de recriminarle que el tipo es una mierda de persona... ¿en qué sorcho piensa mientras tanto? ¿En su futuro? ¿En lo que hizo? Y no, Larry le responde algo así como "estaba pensando en qué pasaría si saldrías con una chica que es la representación de todo lo que soñaste en una mujer... ponete a pensar, es realmente la chica con la que estarías para siempre... pero tiene barba. Mucha barba". Y los dos se entran a tentar y a cagarse de la risa con esa situación hipotética y hacen chistes sobre chistes y listo, no hace falta más nada para dejar impreso que la verdadera amistad es cuando un amigo te banca en todas y siempre está listo para echarse unas risas aún en las situaciones más oscuras. Vos podés ser un pelotudo o habértela mandado de ochenta formas distintas, pero el concepto de establecer lazos de lealtad no se altera en lo más mínimo. Los amigos te bancan, punto. Y vos bancás a tus amigos. Cualquier otra cosa por fuera de eso es moralina barata.
En fin, no quiero espoilear mucho de qué va el final propiamente dicho, sólo voy a decir que los que bancamos el polémico final de Seinfeld allá por el 98 acá se nos va a derretir el seso y hasta nos va a emocionar un poquito. Y sí, porque más allá de la misantropía total de Larry, vos sabés que en el fondo es un flancito de lo más querendón.
Es que la vida es eso, muchachos. Tenerle fe a la humanidad pero odiar a los seres humanos.
Gracias por todo, Larry. Te quiero mucho.
(8 Podestrellitas al remil pedo)
Durante gran parte del año pasado anduve bastante intenso con toda la cuestión de los espacios liminales, backrooms, no-clippings y demás menudencias creepypasteras locas. No es ninguna novedad, por supuesto, un montón de gente estuvo y está en la misma y el cebamiento es total. Supongo que una primer respuesta más o menos lógica sobre por qué tanto entusiasmo a nivel mundial con este temita se podría resolver pensando que durante la pandemia la mayor parte del planeta vivió una situación de paso, de limbo, de estar in-between, amén que el encierro potenció preguntas babosas sobre aquellos otros lugares que recorríamos habitualmente (como shoppings, supermercados, hospitales, oficinas, estaciones de servicio, etc) y que durante las cuarentenas estaban como suspendidas en un ámbar de alcohol en gel.
Por supuesto, huelga decir que no hacía falta ninguna pandemia para detonar el pensamiento colectivo sobre la existencia de los espacios liminales. Siempre estuvieron y siempre estarán, de alguna u otra forma. Lo que hizo el COVID fue ponérnoslo de frente.
Y sí, era menester que tarde o temprano por mi lado empezara a pensar alguna historia o proyecto de espacio liminal "á la Pode" en forma de historieta y supongo que en eso andamos (aunque no estamos hablando del anteriormente mencionado Proyecto CDG sino de otro, que ojalá pueda terminar de desarrollar y/o agitar dentro de un tiempito), así que a modo de research para el comic empecé a registrar ciertos lugares de mi ciudad que podrían cumplir perfectamente con las reglas que hacen que un espacio liminal sea eso y no, por ejemplo, un no-lugar. Los términos y conceptos pueden ser o sonar parecidos pero hay algo más ominoso en el medio que los diferencia.
A todo esto, si no sabe de qué hablo cuando hablo de espacios liminales, baste este link y este otro para ir más o menos a tono. Si le interesa lo que vio de ahí complete usted la línea punteada googleando, que estoy seguro que accederá a un gran rabbit hole que lo dejará bien tontolón.
Así que bueno, estoy inaugurando una sección donde podrán ver mis cacerías liminales palurdas por Narco City. Disclaimer: tengan en cuenta que mi celular ya está viejo y no rescata el clima tanto como quisiera... ¿o sí? ¿Acaso no se trata de eso también, de una retro-tecnología que invoca un sentimiento eerie por obra y gracia de la obsolescencia programada?
Sea como sea hoy, en Rosario Liminal: El COTO de Presidente Roca y 3 de febrero (spoiler: no había glory holes, ufa).






PD: Quizá estaría bueno que en un futuro, si pinta, ustedes también sumen sus fotografías de espacios liminales y las subimos por acá, por supuesto con acreditación, links y todos los chiches. Bah, yo que sé, ya hay una cuenta en Twitter 100% argenta sobre esto y probablemente sea mejor colaborar con ese espacio (de hecho yo lo estaré haciendo apenas este primer boletín esté subido) pero bueno, es solo una idea.
¡Links! ¡Links everywhere! ¡Links para todas, todos y toddys! ¡Wiiiiiii!
Hace poco la quedó OJ Simpson y a medio universo le chupó un huevo (y con razón). De todas maneras, siempre es un buen momento para recordar al gran Norm Macdonald y sus descansadas épicas hacia el finado asesino. ¡PLIM!
Si usted es como yo y tiene una sensibilidad especial hacia los circos freaks, este informe sobre el último pueblo devenido en freakshow del planeta le va a encantar.
Tu vida es un Tetris. Dejá de jugarla como si fuera el ajedrez.
Ya todos sabemos que Sophie Dee está más fuerte que tele de geriátrico, pero pocos intuíamos que iba a usar las IAs en favor de clonarse para aumentar sus ingresos. Bien por ella (?
Y ya que mencionamos a Seinfeld más arriba y las IAs en el ítem anterior, cómo olvidar de aquella vez que existió un proyecto de inteligencia artificial para crear el episodio eterno de Seinfeld y cómo lo tuvieron que cancelar al cabo de unos días porque la IA al toke-roke se puso transfóbica y recontra-nazi, jaja
A TODO ESTO, ¿POR QUÉ MUNDO TUMBA?
Más allá que el nombre de nuestro flamante newsletter se parezca al de un fanzine noventoso mal fotocopiado o bien pueda remitir al título de un disco de Todos tus muertos, es momento de confesar que el término fue vilmente choreado. Y sí, qué se pensaban ustedes, ¿que soy la encarnación pura de la originalidad absoluta? Ja, ¡A otro con ese verso!
Así que me pongo la media de nylon de la cabeza, manoteo una pistola de juguete y me voy a expropiar el fabulósico libro Idios Kosmos, de Pablo Capanna, que es algo así como una biografía de Philip K. Dick pero en clave filosófica. O sea, más allá que el libro contiene datos de la vida y el hacer del escritor de ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, V.A.L.I.S o Ubik, lo más importante del libro es indagar su cosmogonía y sus desarrollos conceptuales a través de tres fases bien claras de su obra: la fase política (comprendida entre 1951 y 1960), la fase metafísica (que va desde el 61 hasta el 70) y la fase mesiánica (desde el 70 hasta el 81). No nos meteremos de lleno a flashear en cada una de estas fases ya que para eso se encarga este libro, nomás subrayaremos que si bien hay una serie de premisas presentes en la mayoría de su extensísima bibliografía (como los simulacros, las falsificaciones, los mecanismos de la verdad, la escisión de la identidad, la gnosis y la psicosis, entre otras), hay una que es más que recurrente porque enhebra y enlaza con las otras a veces de manera más sutil y otras de modo bien explícito: el concepto de Mundo Tumba.
El Mundo Tumba, para Dick según Capanna, bien podría ser, para empezar, el otro lado de lo aparente. Cuando se corre el velo de "lo real" (sea lo que sea que signifique según qué libro y en qué etapa del escritor nos estamos refiriendo), hay un vasto universo preconsignado a una entropía "que nunca tuvo fin". Esta entropía es, a priori, maligna. Como dije, en casi todos los cuentos y novelas de Dick hay al menos un personaje que de pronto tiene visiones de un mundo más allá del nuestro. Y resulta que ese mundo es corrupto, de un gris que lastima, degradado, mortuorio...
Ojo, el mundo-tumba (escrito así con guión en el medio y sin mayúsculas) ya está presente en el Libro tibetano de los muertos, un libro que por los tiempos de Dick estaba muy en boga y era hasta de consulta obligatoria en círculos jipis-liberales-drogones por donde se movía Dick en su etapa bien carajera. Pero mientras que en el libro del Bardo Thodol ese mundo-tumba estaba asignado a un más allá de modo, digamos, "clásico" (es decir que para acceder a él primero tenías que morirte), para Dick su Mundo Tumba está a la par del nuestro, en una especie de superposición cuántica que a veces interfiere y se entremezcla en nuestro "velo" de modos bastante sutiles (baste recordar el concepto dickiano por antonomasia, el Kipple) y a veces interfiere cagándole la cabeza a la gente al punto en el que la entropía, insisto, equivale a El Mal.
En su afán por estabilizar su cabeza esquizofrénica ya maltrecha a base de alucinógenos y mala alimentación, Dick está en búsqueda del Mal Absoluto para cosificarlo de alguna forma y así potenciar una herramienta que pueda hacerle frente, que pueda contra-hegemonizar ese mal. Esa búsqueda lo llevó, tarde o temprano, a cuestionar la realidad misma del mundo en el cual el Mal se manifiesta. Por ende llegó a un silogismo: si el mundo que conocemos por los sentidos es irreal, el Mal tampoco sería una realidad. Si tememos al Mal es porque lo creemos real y hemos creado el velo de la ilusión para protegernos de él.
Así que todo pasaría por intentar dejar de creer en el Mal ya que nuestro mundo presente y el de ultratumba son igualmente ilusorios. Esto lo acerca a Dick a la parva de filósofos caoístas, quienes también confiaban en que el mundo es ilusión pura y que por ende, en tanto ilusión, estaría todo permitido. Pero que esté todo permitido, según Dick, no implica que el Mal desaparezca, y para eso necesitamos una herramienta (¿un sigilo?) que contrarreste su avance.
Y según Dick esa herramienta es la empatía. Pero así como "Entropía = Mal" es una torsión dickiana, su concepto de empatía no sería la del caritas de San Pablo, que implicaría la negación de sí mismo en bien del otro, sino como una identificación que permite comprender al otro como si fuera otro yo. Así, este modo de empatizar llevaría a un estadío superior de conocimiento. Finalmente, si la entropía rige el mundo material corrompiéndolo, la empatía sería un principio que permite acceder a una verdad metafísica.
Se trata entonces de utilizar la empatía para descorrer el velo de las apariencias, aceptar el mundo tal como es y combatir la tendencia corruptora de la entropía. Tomá pa' vó.
Teniendo en cuenta los tiempos que los argentinos estamos atravesando, hay que volver al viejo cliché repetido entre dickianos: hace rato que vivimos en sus ficciones. La cuestión androide de un tiempo a esta parte está matizada por las IAs y el reemplazo de la fuerza productiva humana/obrera por la sintética. Las extensiones y artilugios tecnológicos que nos insertan en un pos-humanismo hoy son moneda corriente, basta con mirar de reojo un celular para ver “si hay algo ahí”. Las “penúltimas verdades” dickianas claramente son las fake news y todos los simbolismos que podemos extraer en base a la pos-verdad remiten al comfort devenido en adormecimiento. Las identidades se hallan más fragmentadas que nunca y nuestros principios de realidad están totalmente en cumbia. En suma, sus libros ya no son flasheos de un tipo enfermo, son esquemas básicos para ver qué se puede hacer en este presente disociado y psiquiátrico.
Estamos hace rato en un inmenso y ominoso Mundo Tumba y tal parece que pensar en un otro bien podría ayudarnos ante la degradación.
Todo esto para justificar un newsletter que incluya gifs de tetas, jajaja
Y así, estimados y estimadas, concluye el primer envío de Mundo Tumba. Estoy escribiendo estos parrafitos finales el domingo 14, el día previo a la salida del newsletter y también el día previo a mi cumpleaños. ¡Yay! Sí señora, sí señor: el 15 de abril estaré estrenando mi versión 44 y vaya sacudón, que hemos llegado a ese número sin saber cómo no me atropelló el 102 o cómo fue que safé tanto de resbalones en bañeras.
Me encantaría poder decirles que el hecho que salga este primer Mundo Tumba en mi cumpleaños está rodeado de millones de factores simbólicos y bla bla bla... pero no. Fue totalmente casual, la fecha fue nomás para ordenar el calendario de salidas del boletín dentro de numeritos redondos. Eso no quita que no haya algo bonito en todo esto, ¿no? Si le doy vueltas al asunto, supongo que sería una especie de regalito de cumpleaños para ustedes, lectores de mis mierdas, suscriptores a PODE+ y chijetes en general. ¿Vieron que soy buena gente después de todo? Ahre.
Mientras tanto, ahora cierro esto y me tengo que ir al super. Intuyo que más luego me destaparé una birra pre-cumpleañera y dibujaré un rato la página de la semana de Kranger escuchando algún disquito. Cuando me agarre hambre cocinaré, cuando tenga sueño me iré a dormir. Eu, de pronto me gusta la simpleza que emanan estas oraciones. Creo haber luchado un montón en pos de esta calma chicha dominguera, así que a relajar que no es poco.
Nada mal para un pelado cuarentón que se queda encerrado en ascensores, je.
Gracias por estar ahí.